Así como yo cientos de músicos de todo el mundo probamos los túneles de la ciudad como un escenario rutinario, un espacio que permite una expresión total y completa de quien eres como artista.
El contacto directo con el transeúnte pone a prueba tu paciencia, tu orgullo, tus ganas, tu habilidad, es como un exámen al que te sometes sin querer queriendo sol a sol y aquellos que logramos pasarlo sobrevivimos al ojo critico del público incluso al de uno mismo.
Si bien es cierto que positivamente haces lo que te gusta y eso es ganar , porque es dicha si te puedes dedicar a lo que amas , a tu hobbie, tu pasión constantemente, así mismo es tu trabajo y quizás se podría convertir en un aspecto negativo, claro para algunos, que el público en vez de comprar una entrada para un show en un recinto privado, voluntariamente aprecie lo que haces y además de un agradecimiento y una sonrisa te acomode una moneda.
Digo negativo por el hecho de que las personas vivimos en un constante juicio hacia el prójimo y a nosotros los músicos del metro se nos apunta con el dedo en ciertas ocasiones y se nos menosprecia aquella labor que muy dignamente hacemos.
Digo dignamente porque lo que haces con el corazón es digno.
Cuando recién empecé a enfrentarme a los diferentes puntos del metro ( y aclaro enfrentarme porque hay que ser recio para poder hacerlo, pararse allí y en mi caso cantar de la nada sin ninguna celebración a tu costado , simplemente expresarse en plenitud, sereno , vivo , esperezando , esperando a cambio, porque claro que esperamos a cambio, la aceptación de un grupo de personas que pasan al frente y te miran y sabes que por sus cabezas miles de preguntas se ocasionan como: y esta no tiene trabajo? Guao canta genial que hará aquí? Pero será que nadie la contrata , como esta la crisis!, Guao me quedare a mirar incluso le comprare un disco si tiene …y así miles de pensamientos que no controlas y a veces crees percibirlos pero no lo sabes a ciencia cierta, total también se lucha con esa incertidumbre) me moría de miedo , cuestionaba mi recorrido , es decir después de haber cantado en miles de fiestas en Venezuela y ganar dinero con ello porque existía una contratación donde podías tener una tarifa que fijabas tu mismo y así vivías de ello , en este caso dependería de la voluntad de la gente, entonces yo me repetiría a mi misma ¿Que hago aquí? Podré con esto? Ay dios mío , a la gente le gustara lo que hago ? Y así sucesivamente; Si, me cuestionaba como lo escribí anteriormente pero cuando empiezas a conectar tu micrófono , la pista, el volumen, la silla tipo concierto en acústico , respiras profundo y le das al play, comienza tu concierto , das el todo por el todo así como Shakira en el Palais Omnisports de Paris-Bercy o Adele en Royal Albert Hall de Londres , enciende el escenario, las luces, la cámara y es tu momento, esa energía que logras la transmites , la compartes y los pasillos del metro se llenan de aquello genial que se ha concebido , las personas a tu alrededor colaboran y se sienten parte de todo esto, se detienen , te miran, te hacen gestos , te piden autógrafos , te toman fotos , te graban, te felicitan, te aplauden, te recomiendan bares a los que ir, te contratan, te piden abrazos, te piden que les des clases, te regalan cualquier cosa que tengan en las manos (cualquier cosa) también hay de los que se tapan los oídos porque el amplificador para ellos tiene mucho volumen, pero hasta esos te hacen sentir especial, y sobretodo en ese instante te das cuenta que vale la pena hacer lo que se hace.
El resultado de mi experiencia me lleva a la conclusión de mis acciones porque Independientemente de cual sea nuestro escenario lo importante es que exista uno, es que cuando el arte te corre por las venas si no se expresa tu vida queda sin sentido.
Feliz día del músico a todo aquel que haga de su vida este arte.-
